ME GUSTA LA INFANTA

Yo he venido a hablar de mi libro. Umbral demostró que no le impresionaban (en demasía) ni le metían miedo la Milá ni las mujeres en general. ´¿Qué comentario le habría merecido la Infanta? A mí que soy (se me reconocerá) un poco menos cortesano de lo que él lo era, me merece el que creo que le habría merecido (sobre todo) a él. El comentario -generoso y honorable- de un hombre sobre una mujer

Umbral como ya lo tengo aquí comentado y explicado -pruebas al canto además- era el coco y el chivo expiatorio a la vez de las feministas. Su celebre intervencion televisiva fue tal vez lo que le valió -más que éste o o aquel otro titulo de su obra escrita- la inmortalidad entre amplias frnajas sociológicas de la opinion publica española y en generaciones bastante más jovenes que la suya, y fue en el programa de Mercedes Milá con aquello de "yo he venido aqui a hablar de mi libro", que queda para la posteridad de un botón de muestra fehaciente que a Umbral las mujeres no le daban miedo ni tanto así, fuesen o no fuesen feministas.

Y que sabia tratarlas -aunque tal vez no siempre- y habrarlas sobre todo en su lenguaje y despertar en ellas fibras de una sensibilidad (femenina) que él demostró conocer (y apreciar) mucho mejor que tantos otros escritores de su tiempo. ¿Qué comentario le habria merecido la princesa ahora puesta en la picota de los medios por culpa -porque en principio sea princesa o plebeya hay que concederle el beneficio de la duda y la presuncion de inocencia- de su marido y de su amor a su marido.

La princesa esta triste ¿Qué tendra la princesa? Ese fue el comentario que me merecio cuando se vio en la picota de los medios por la primera vez ya hace unos meses en mi otro blog hoy ya difunto (y que inspiró uno de mis poemas)

Agustin Aznar, jefe de milicias de la Falange heroica de la II Republica. Dirigió el famoso asalto a los almacenes Sepu, a los que la Falange acusaba de ser tentaculos del capitalismo financiero internacional (y judio) Efectivamente, habian sido fundado en 1934 por dos dos hombres de negocios judíos suizos. Los cargos de corrupcion fueron asociados generalmente por los movimientos fascistas o fascistizados al poder/mundial/judío. Mientras que en la posguerra (tras el 45) se convertirían en el principal arma de defensa -y reaseguro- del sistema democrático

Y sinceramente creo que también habrían ido ahora por ese lado los comentarios que le hubiera dedicado Umbral -gran devoto "nota bene" de la figura del Rey Juan Carlos a pesar de su republicanismo ("republicano e hijo de republicanos" declaró tras el 23-F) lo que le mereció la sorna de Ana Caballé su biografa- quien le llamaria nada mas otorgársele el premio Cervantes 2000 para felicitarle caluroso. "Vuestra majestad está en todo, en los balandros como en la literatura" (...)

Y se me reconocerá que la ausencia de reflejos cortesanos que me caracteriza -se me reconocerá aquí también- me da más libertad interior si cabe que aquella de la que disponía Umbral a la hora de partir una lanza de nuevo -ma non troppo- por la infanta ahora en la tormenta. La rebelion de las mujeres es un fenomeno de nuestro tiempo -como ya lo dejé sentado por la via digital hace ya años- y en la política española es algo relativamente reciente, como una nota distintiva en grado superlativo de la España de la democracia. Mas del lado de la derecha que del de la izquierda del espectro poliíico, por paradojico que parezca.

Bls Piñar fue uno de los valedores de la operación Principe de Espâña. En el 56 nota bene estuvo del otro lado de la "trincheras" me explico, del lado de los tecnócratas (clericales) y en frente de los azules (los que entonces aun levantaban el brazo) (...) Si como lo dan a entender ahora sus partidarios y sus mas intimos y allegados, el monarca ha incurrido en dellito de alta traicion -o está en vías de consumarlo- tendría que decirlo en voz alta -con pruebas al canto- emplazando públicamente al interesado y dejando de lado la vía de los rumores y las insinuaciones que sólo hacen juego a la conspiración -y a la indignación- oruestada y tele/dirigida desde fuera

Me precio de ser un admirador (encendido) de la sensiblidad y del alma femininas lo que me habra valido incomprensiones, comentarios de chanza y rechifla y también, para qué ocultarlo insultos graves -en alusion injuriosa calumniosa e ifmante a mi pasado (de notoriedad publica)- que andan en vías de ser ventilados por los tribunales españoles como todos aqui ya saben.

No creo, no siento culpable a la infanta ahora inculpada. ¿Su marido lo es? No lo sé, ni pongo ni quito rey, y no pongo la mano en el fuego y tampoco me atrevo a tirarle piedra ninguna, por la sencilla razón -un argumento de peso que tal vez convenza aqui a más de uno entre el público de mis lectores- que no soy demócrata, nunca lo fui, y que por lo tanto me merecen un valor relativo las acusaciones de corrupción y derivadas, tipicas y propias e intransferibles de los sistemas democraticos y en el caso que nos ocupa, de la España de la democracia.

Cataluña, esa es la vara de medir del monarca y de los inquilinos de la Zarzuela a la que acabaran -más pronto tal vez de lo que nos imaginamos- siendo medidos y juzgados los tiempos venideros, que se avecinan a pasos agigantados a tenor de las impresiones -de primera mano- y de las noticias que de alli nos llegan.

Me cae bien la infanta, me gusta su estilo, su prestancia, y que se piense de mí lo que se quiera. Que el resto -de lo que se me reprocha en el terreno del honor y de la buena fama- ya lo ventilarán los tribunales (más pronto de lo que algunos se piensan) Me gusta la infanta, sí (con la venia de su marido)