jueves, enero 16, 2014

GAMONAL Y FE DE LAS JONS O EL SÍNDROME DE LA TRAICIÓN

"¡A la hora de la Historia ¡basta de historias!" exclamó Rafael Sánchez Mazas en un discurso memorable a la Falange de Vizcaya en la posguerra inmediata en donde hacía alusion a la viejas "historias" de rivalidad entre el Casco Viejo bilbaíno -en la orilla derecha de la ría- y el Ensanche en la orilla izquierda (que se inició a partir de Abando, patria chica de Sabino Arana) , una linea divisoria que venía de las guerras carlistas y que los vencedores del 36 intentaron sin éxito borrar o difuminar siquiera. Lo de Gamonal es mutatis mutandis otra vieja historia de guerra civil y más antigua aún, resucitada. Nada que ver con bulevares o aparcamientos. Como una línea roja de chantaje y de amenaza
El fantasma más amenazante y obsesionante por cima de los Pirineos hoy por hoy es a no dudar el de la Suplantación (en francés "remplacement"), lease el riesgo serio, cada vez más cerca y mas facilmente reconocible de que los viejos pueblos europeos, la poblacion de las viejas naciones de Europa se vean a medio o a largo plazo -cuestión de unas decenas de años solo, que algunos pesismistas, o tal vez más realistas que otros cifran en treinta años años apenas- como absorbidas o fagocitadas por otras componentes demográficas de origen inmigrante no europeo (de confesion musulmana en su inmensa mayoria) Y si dudas cupieran no hay más que circular en día laborable durante una mañana a penas utilizando los transportes publicos por el centro de Bruselas, la capital de la UE.

Excepcion que confirma la regla y boton de muestra fiel a la vez de lo que aquí quiero decir. Y es en la medida que la capital de la UE -con unas cifras oficiales de inmigracion no europea de más del treinta por ciento de su censo total- es hoy por hoy lo que se puede llamar una ciudad "empezada" (en francés "entamée") como cualquier organismo vivo presa de una erupcion cutanea y en fase avanzada la dolencia o efnermedad de la que se ve atacada (ahora ya)

Y recién llegado de Madrid, donde el panorama de momento -y toco madera- es otro muy distinto, la prueba es dura penosa y difícil de aguantar hasta el final, en verdad. En Madrid, en España pues, ese fantasma no nos ronda tan de cerca como aquí y sin duda tampoco como en las demás capitales europeas -en el centro urbano como en la perfieria de las mismas-, lo que no quiere decir que nos veamos libres de fantasmas y de amenazas aunque de un tipo o de un aspecto diferente.

Disgregación, secesión, escisión, todos esos nombres y otros análogos o sinónimos lleva consigo el fantasma mayor que planea sobre la vida de los españoles y sus instituciones los días que corren, como vienen ahora a ponerlo (de nuevo) de manifesto los sucesos de Gamonal, que habrán tenido como detonante o simple pretexto o coartada el proyecto consistorial de convertir en bulevar una arteria -la calle Vitoria, antigua Nacional 1 (Madrid-Irun)- que une el centro de la capital burgalesa con el barrio de Gamonal y que de principal vía de comunicacion entre el barrio periferico y el centro urbano hasta ahora, habrá pasado de golpe tras la brusca cristalizacion del conflicto en dias pasados, a convertirse en una linea/roja a no sobrepasar como las muchas que conocio el Pais Vasco durante décadas por culpa del terrorismo de la ETA, y de la amenaza y del chantaje que hacía pesar sobre el conjunto de la sociedad vasca y sus instituciones.

En una de los libros de Jon Juaristi sobre el tema vasco que particularmente me interesó se hacía insistentemente alusion al caracter vecinal -de rivalidad entre barrios o barriadas vecinas- del nacionalismo vasco en sus prístinos origenes que habria tenido su foco de incubación en el barrio de Abando en la margen izquierda del Nervion y de la ria de Bibao donde se concentraban precisamente los herederos del carlismo vencido -la familia de Sabino Arana entre ellos- y que esa linea/roja divisoria entre una orilla y otra habia acabado resurgiendo tras la Guerra civil pese a los denonados esfuerzos de los vencedores por borrarla o hacer desaparecer o difuminarla apenas.
El doctor José María Albiñana fue fusilado en la cárcel Modelo en agosto del 36. Tras asesinarle, sus verdugos le cortaron la cabeza y jugaron con ella al fútbol en el patio de la cárcel. El Partido Nacionalista Español -o Legionarios de España- que había fundado y dirigía tuvo un protagonismo destacado en el triunfo del Alzamiento en la capital burgalesa. Burgos, frente a Gamonal. La capital de la España nacional frente al Burgos rural republicano. Una vieja historia de guerra civil resucitada
Como ahora mutatis mutandis, parece pretender el nuevo proyecto municipal de remodelacion de Gamonal que de una antigua carretera nacional que permitía el paso de vehiculos sin más, manteniendo la separacion primera entre enclaves urbanos diferentes y colindantes que la hizo nacer, querría hacer una via peatonal de encuentro y de convivencia entre los vecinos, de los de Gamonal como de los del resto de Burgos .

Y no conozco la situacion de cerca -estuve en Burgos de joven, una sola vez en mi vida- pero no hay que ser un lince para ver que es hay donde les duele el zapato a los fautores de agitacion y de protesta tras los incidentes de días pasados y que se trata en verdad de un línea roja que por la cuenta que nos trae a los demás no se debe traspasar. Una barrera que hunde sus raices en planos de los mas diversos pero también a no dudar en la historia de la Guerra Civil. Si no, a fe mía que no se explica esa floracion tan insolita en plena era pos/marxista de grupúsculos comunistas o neo/comunistas a la que los incidentes de Gamonal parece estar dando lugar como se habrá puesto de manifiesto en los disturbios no poco violentos de ayer noche en Sol y el desparrame que se siguió por el centro de Madrid -y junto a la sede del PP- que se saldaron con catorce detenidos.
En el último de sus libros, premonitorio de su muerte próxima, y su testamento ideológico a todas luces, incluyó Umbral un largo capítulo de titulo harto significativo "Mi larga marcha a la derecha" Si hubiera vivido un poco más hubiera sin duda acabado retractándose de lo mucho que contribuyó a resucitar la memoria de los vencidos de la guerra civil en Castilla la Vieja, con sus novelas guerracivilistas. Él lo hizo sin duda en una tentativa -sincera y resentida a la vez- de reconciliación entre españoles pero otros -como ahora en Gamonal- están utilizando esa memoria de vencidos para desenterrar de nuevo el hacha de guerra
Una barriada obrera, Gamonal, que creció junto al poligono industrial que alli instalo el regimen anterior, que no consiguio borrar o no del todo la conciencia de clase, léase la memoria de los vencidos de la Guerra civil en una gran mayoria de sus habitantes. Lo que habra rebrotado con fuerza ahora al socaire de la crisis y como un sub/producto a la vez de la movida de los indignados (como ya lo he dejado sentado en este blog) "¡A la hora de la Historia basta de historias!", exclamaba con genio y fuera de agarre dialectico, Rafael Sánchez Mazas en un discuro de la inmediata posguerra que recogia Juaristi en su libro donde denunciaba esas viejas historias del nacionalismo bilbaino y en particular esa rivalidad entre la orilla ziquierda y la orilla derecha entre euzkaldunes de estripe y de pura raza y los que a sus ojos no lo eran del todo o no eran mas que un suproducto espureo del Estado Español.

La Historia que me diga, una de esas viejas historias que denunciaba Rafael Sanchez Mazas se repite ahora en Gamonal. Y con ella se vuelve a replantear -hoy como en el 36, o en los años del tardo/franquismo y de la transicion- el viejo dilema del compañero de viaje, que no es otro que el de la lealtad -a la Memoria- o la traicion.

Y me viene a la mente leyendo una publicacion falangista de internet sobre los sucesos en la capital burgalesa. FE de las JONS o el síndrome de Alicante. Del desfallecimiento a la traición

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