Rodrigo Royo en su uniforme de la División Azul. El diario "SP" que él dirigió -lectura favorita de mis años de la Universitaria (que allí nadie leía) (...)- fue uno de los últimos bastiones (antes de derrumbarse estrepitósamente) de la Falange del Régimen frente a la ofensiva de los tecnócratas de la Obra. Su fracaso fue una secuela (una más) de nuestra derrota en la Segunda Guerra Mundial (tras el 45)Me he visto envuelto estos días en el enésimo resurgimiento de la polémica sobre el aborto y en unas reflexiones incidentales y fatalmente inevitables a la vez sobre la natura del moviento o de la "movida" (de protesta y agitación callejera) indignada del 15-M por cuenta de la democracia/real y a los gritos de "¡sí se puede!" y "¡no y no y no!" (y que sé yo) que evoca y trae sin falta a la mente -por sus puntos de contacto y semejanzas y analogías algunas de ellas propiamente asombrosas - esa otra "movida" de hace ya casi cuarenta y cinco años, de mayo del 68.
Y conforme me submergía en la polémica acabaría saliendo a la luz un nombre de mis años universitarios hoy practicamente olvidado y que de una forma u otra marcó mi vida entonces, y me refiero a Rodrigo Royo, director del diario aquél "SP", que yo leí asiduamente, a diario, todos aquellos años, y exponente destacadísimo entonces de la pugna sorda que al interior del régimen seguian riñendo los ultimos supervivientes de la Falange (de Franco) y los políticos (tecnócratas) de la Obra.
E indagando datos e informaciones por su cuenta vengo a dar con un artículo suyo sintomático y revelador por demás sobre el mayo francés bajo el titulo de "nuevo fascismo" -de la fecha crucial del 30 de mayo del 68 en el punto mas álgido de la crisis politica que aquellos acontecimientos desataron en Francia, pocas horas antes del célebre discurso del general De Gaulle (a su vuelta de Alemania) que venía a anunciar que el jefe del estado francés tenía la situación de nuevo bajo control (...)- que le ganó al director de SP un plante de protesta de la parte de sus redactores (mas o menos anti-fascistas, léase rojos, todos o casi todos ellos) (...)
El director de "SP" pasaba por uno de los leales de José Antonio Girón, lo que tal vez dé una de las claves de las incongruencias que siguen cubriendo tenazmente su figura en el recuerdo. Rodrigo Royo estuvo en la División Azul, de José Antonio Giron en cambio se cuenta "sotto voce" que en plena guerra mundial acabó jugando la carta de los Aliados.
De una manera u otra no obstante, ambos pertenecían (por méritos propios) al bando de los vencidos de la Segunda Guerra Mundial y ese detalle todo menos anodino explica la actitud de aquel diario frente al mayo frances -plasmada en aquel articulo tan revelador- y lo ambiguo y equívoco, de su postura en relacion con las salpicaduras de aquél, del otro lado de los Pirineos en los campus y claustros y pasillos de las universidades españolas que vivi en primera persona y sufrí en propia carne por decirlo de esa forma.
El Diario "SP" de Rodrigo Royo publicó el 30 de mayo del 68, en el punto más álgido de la crisis del mayo francés, un artículo editorial, "El nuevo fascismo", en el que apostaba y tomaba claramente partido en favor de los estudiantes (de izquierdas) contestatarios, seguido justo después (el 1 de junio) de una carta de protesta de los propios redactores, del periódico, antifascistas (y "enragés) todos o casi todos ellos (...) El fracaso (estruendoso) de la apuesta aquella del diario falangista selló a la larga el fracaso personal de su director y la derrota de la Falange del régimen. Y cuarenta y tres años después, ciertos sectores de los medios azules (y de "extrema derecha") decidieron optar y apostar por los indignados del 15-M. Los pueblos que no aprenden de la historia están condenados a repetirlaY aquella apuesta (por muy tímida y circunstancial que fuera) del muy falangista director de SP en favor de un movimiento estudiantil que era la absoluta negación -en el plano de la memoria histórica aunque sólo fuera- de todo lo que el encarnaba y defendía por mucho que se esforzara en acentuar afinidades o semejanzas, no venia a poner menos en evidencia la soledad tan trágica de los vencidos del 45 y la orfandad tan patética que sería la suya de horizontes de futuro por mínimos que fueran en el mundo de entonces, en el plano de la política internacional y también de puertas adentro en resumidas cuentas. Tal y como la trayectoria del director de "SP" en los años que siguieron no dejaria de ilustrarlo y de demostrarlo.
Y la actitud de Rodrigo Royo de cara al mayo francés no deja de explicar también tantos años después, por la vía de las comparaciones (odiosas) sin justificarla en modo alguno no obstante, la apuesta en favor del 15-M de algunos sectores más o menos representativos de los medios azules (y de "extrema derecha) que me habrán servido no poco de revulsivo en mis reflexiones por cuenta de ese fenómeno de protesta (tan funesto) de dos años y medio a esta parte, como mis lectores habrán podido atestiguar y comprobar pacientemente dia a dia, desde la mismísima eclosión de la "movida" aquella en mayo del 2011.
En este librito prologado por el escritor fascista francés, Maurice Bardech (cuñado de Brassillach) -que me leí de un tirón viviendo ya en Bélgica-, se recogía una radiografía de los acontecimientos del mayo francés presentados como el resultado de un gigantesca operación de manipulación de los servicios secretos de las grandes potencias vencedoras de Yalta y de países de detrás del telón de acero (en particular la RDA) contra el régimen (presidencialista) del general De Gaulle que habia apartado a su país de la Alianza Atlántica. Su autor murió victima de un atentado en 1973, nunca hasta hoy esclarecido. Y se puede decir que en su practica totalidad, los grupos franceses de "extrema derecha", o se mantuvieron a partir de un momento dado estrictamente al margen de los acontecimientos, o acabaron posicionándose del lado del Orden frente a la amenaza comunistaRodrigo Royo vendría a fallecer a la edad (temprana) de sesenta años tras ver fracasados todos sus sueños y proyectos en la politica española. Su muerte (en agosto del 82), políticamente aislado y en una gran soledad (en apariencia al menos, porque a su velatorio según cuentan no asistió prácticamente nadie) (...) me pilló a mí ya en la cárcel portuguesa -en una coincidencia no poco simbólica también- y vendría a sellar la muerte en simultáneo como quien dice de unos sueños -los de la Division Azul en la que él participó- que de una manera u otra y pese a la diferencia generacional uno y otro habíamos compartido y que (en gran parte) me habían llevado a aquella situacion humanamente sin salida en la que me encontré entonces.
Los cuales continuaron viviendo una vida vegetativa por decirlo así hasta verlos resurgir de nuevo -oh sorpresa!- los días que corren dentro y fuera de nuestras fronteras
Gracias por tu fenomenal artículo sobre R.R, me he animado a abundar en el tema y yo he sacado otro artículo en mi blog antonioparragalindo.blogspot.com en que te cito, fui redactor de SP y luego corresponsal de Pyresa en Londres y en Nueva York. Lo que dices de su paso a los norteamericanos es muy cierto y que los de la Blau cuentan muchas batallitas porque los rusos nos dieron hasta en el carnet de identidad pero la División Azul dio pábulo a una generación literaria entre las que se encuentra Rodrigo, Tomás Salvador, Álvaro de la Iglesia, Luis Romero Laín
ResponderEliminarEntralgo Víctor de la Serna, Ridruejo y un largo etcétera. Coincidimos en los gustos. Yo también creo que Paco Umbbral representa a nuestra generación, se crió a los pechos de Falange aunque él no quiso reconocerlo pues era muy listo y cabal. Un abrazo. Antonioo Parra
¡Caramba Antonio! He leído tu artículo sobre Rodrigo Royo (http://www.antonioparragalindo.blogspot.com.es/) y se ve que le conociste mejor que nadie. No conocia yo esos detalles biográficos que de él mencionas, cargados de moraleja, porque esta claro que su admiracion por los Estados Unidos (y su democracia) fue una de las causas de su ruina (o de su fracaso) También es verdad que yo no conozco los States, estuve solo una vez en enero del 80 en el aeropuerto de Dallas en una escala técnica imprevista de un vuelo Méjico Londres, cuando yo estaba aún con la Fraternidad San Pio, y nos trataron propiamente como chicanos, recluídos en un rincon del aeropuerto -con derecho a bar eso es verdad- y un funcionario de aduanas que venia cada diez minutos ver si no faltaba nadie del grupo. Y dicen que la primera impresión es la que cuenta. Y yo también lo creo (un poco) Un abrazo, Antonio. ¡Y Feliz Año!
ResponderEliminarCierto lo que dices, mi dilecto colega, Juan, sobre los USA, yo también viví cuatro años en NY, cerré la Pyresa y largué una crónica profética que creo que se ha cumplido. Rapiñaron la prensa del Movimiento para dársela a Vocento. Un europeo como tú y como yo en los USA nunca podremos sentirnos bien, nos falta oxigeno. RR copió del periodismo americano lo bueno que es la inmediatez y el patriotismo que no es trasladable. También los gringos lo persiguieron, se enamoró de Hispanoamérica y fundó SP en Mexico. Era un quijote, un hijo de la raza, un sucesor de aquellos grandes conquistadores que cabalgaron desde Patagonia a Oregón. Gigantes. Hoy vivimos una España donde juegan al corro los siete enanitos. Menos mal que todavía hay gente que escribe con pundonor y con algún discernimiento en medio de este marasmo de tópicos. Bulgakov en la guardia blanca su gran novela lo anunció: HAN GANADO LOS EMRICANOS Y EN NINGUN OTRO PAÍS SE DEJA SENTIR ESE VATICINIO COMO EN LA España DE RAJOY EL TORNADIZO MIRIFICO Y DE ARTUR mAS EL FELÓN Y MÁS COPNTUMAZ QUE UN BURRO ZAINO QUE NI LOS PALOS LO HARÁN ENTRAR EN BRIDA. MUCHAS GRACIAS, POR TU CITA Y POR TUS BUENOS ARTÍCULOS. SÓLO NOS QUEDA PARIS Y PARIS PARA NOSOTROS ES GOOGLE.
ResponderEliminarGracias por llamarme europeo Antonio, asi me siento, empecé sentirmelo tras año y medio de estancia del otro lado del Atlantico en Argentina en el verano austral del 79, cruzando la Pampa de repente me puse a echar en falta de una forma casi fisiologica el pasado plasmado en paisajes y monumentos del Viejo Continente, de España y también de Europa donde ya había vivido varios años. Y fue mayormente lo que me hizo volverme, aunque no exclusivamente (...) Me dejo bastante frio la América hispana (lo que conoci al menos) como lo he dejado escrito en mi ultimo articulo, pero no guardo sentimiento ninguno de haber renegado de lo que fuera porque no dejé de apreciar las huellas de Espana alli y también el cosmpolitismo latino/americano en lo que tenia de auténtico y señero, pero del orgullo criollo (renegado y mestizo) ¡que dios nos libre a los espanoles!
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