martes, febrero 11, 2014

¿JOSÉ ANTONIO JUDÍO?

José Antonio mostró siempre honda preocupación por los origenes, los de los suyos, y por extension de los españoles todos, como testimonios concordantes así lo acreditan. Los de amigos suyos intimos y camaradas como Sánchez Mazas o el jonsista vallisoletano Gutiérrez Bedoya, que fueron receptores directos de sus confesiones íntimas al respecto. José Antonio se creía un puro descendiente de godos. Alarico (Alfós) se llama él mismo en un esbozo de novela autobiográfica recogido en sus "papeles "póstumos" (...) Y el botón de muestra más palpable y elocuente de esa honda aprensión lo sería otro de sus escritos tardíos "Germanos contra bereberes" en el que viene a hacer de los españoles dos pueblos irreductiblemente diferentes -como el agua y el aceite-, los germanos (léase godos, descendientes de visigodos) y los bereberes, y por descontado que él se incluía entre los primeros. Obvio es no obstante el constatar que José Antonio no mostraba una fisonomía precisamente nordica (ni de lejos) (...) Y ese análisis étnico e histórico de la sociedad española además de destapar un sello institucionista inconfundible (de la Institucion Libre de Enseñaza por cierto), obviaba ruidosamente el papel positivo o negativo o el protagonismo por activa o por pasiva de los judíos -y en particular de los judeo/españoles, los sefardíes- en la formacion de nuestro ser historico. Como un tabu pesado e intocable que le impidiese siquiera examinar el tema, y que hace pensar en el sentimiento un tanto irracional que tenían los judíos prusianos en vísperas de la Gran Guerra -e incluso después- de formar parte indisoluble de la nacion alemana (hasta que les tocó desengañarse)
¿José Antonio judío? La simple pregunta así planteada en publico sonó siempre a blasfemia desde los primeros años tras su muerte que fueron de culto a la personalidad a su figura (el Ausente) y en los que se seguirian, de martirologio ininterrupido, durante décadas, (practicamente) hasta nuestros días. La hipótesis sigue siendo desde luego de lo mas incorrecta, extravagante, peregrina, en el pensamiento único que sigue rigiendo hoy por hoy la historiografía en materia de guerra civil española.

¡No me digan! Un judío español lider de un movimiento fascista (o fascitizado) -presumiblemente de ascendencia sefardita (de cofirmarse la hipótesis)- asesinado por la izquierda guerracivilista que antes y después de la guerra tuvo siempre esa palabra (de antisemita) en la boca para tirársela al rostro a las primeras de cambio a la "derecha" (o derechona) La hipotesis descabellada a primera vista no lo es tanto sin embargo, si se admite el dato innegable que ciertos sectores de la izquierda española arrastraban de antiguo dosis de atisemitismo más o menos larvado, en particular los anarquistas.

Como lo ilustran las imputaciones recogidas nada más producirse el Alzamiento en los periódicos cercanos a aquella componente del bando republicano -e integrantes antes de estallar la guerra, en las elecciones de febrero del 36, del Frente Popular- por cuenta de Juan March el financiero de Franco, de ser un banquero/judio (en concreto judío chueta, de Mallorca) La hipótesis que aqui me he decidido a desempolvar por mi cuenta plantea de entrada el problema historico e ideologico insoslayable del filo/judaísmo del liberalismo en España, y en el resto de los paise de cultura occidental en la era contemporánea.
En esta novela en francés de autor oriundo y de tintes autobiográficos todavia sin traducir (¿por qué será?) a catorce años ya de su publicación, se narra la saga -marcada por la guerra civil del 36- de una familia oriunda de Granada de raices judías (sefardíes) y de un medio social y cultural cercano al de Federico García Rodríguez, el padre de Lorca, gravitando todos ellos en la órbita de la masonería, "refugium peccatorum" para los judíos, a partir de la Revolución Francesa como lo habia sido la iglesia para ellos hasta entonces
Fuencarral, sin ir mas lejos era un banquero de origen sefardíí afincado en España en el reinado de Isabel II y que daria su nombre a una centrica calle madrileña, verdadero emporio de actividad comercial durante décadas desde entonces (y aún hoy dia), en crudo contraste con su vecina (muda) y paralela calle de Hortaleza, como las dos caras (opuestas) de una misma moneda.

Déjalo, mejor no meneallo, no sigas tirando de la manta, estoy oyendo ya aquí a algún alma piadosa porque al final va a resultar que el clisé de leyenda negra que arrastramos se vea cumplido: una imagen denigrante por partida doble como unas horcas caudinas (en su intencionalidad beligerante y hostil me refiero) , de ser nosotros los inventores del anti/semitismo de estado, y un pueblo además de sangre mezclada impura (árabe o judía) en el conjunto de sus habitantes.

El mal absoluto, por así decir, en la Historia de la humanidad o al menos de la civilización occidental ( cristiana) o desde otro punto de vista, el pecado contra el espíritu (de justicia y de verdad) -y de salvación, la cual hoy como ayer (asi reza el texto bíblico) "viene de los judios"- que no se perdona ni esta/vida ni en la otra(...)

Del dicho al hecho, y si se admite comúnmente (entre historiadores) que la rehabilitación (social) de los judíos comenzó históricamente en España solamente con el liberalismo (decimonónico), qué de más logico que de admitir también que entre las figuras más destacadas de etiqueta liberal (o asimilable) de nuestra historia contemporánea, los hubiera de ascendencia sefardí, certificada o presunta o supuesta en funcion de su onomastica aunque sólo fuera, que es uno de los criterios que habra escogido ahora el nuevo proyecto de ley en curso recientemente aprobado en consejo de ministros, de concesion de la nacionalidad a los judíos sefardíes de origen.
Fernando de los Ríos, granadino (de Ronda), prohombre de la II Republica y de la Institución Libre de Enseñanza -embajador de los rojos en Washington nota bene durante la guerra civil-, mentor y protector de García Lorca era de notoria ascendencia judía. "Judío nazarí" me comentó a mí de él Fernando Savater la primera vez que hablamos hace ya mucho -en el 88- aquí en Bruselas. ¿Un apellido tipico sefardí De los Ríos? Así habría que concluir, si hay que creer a César Alonso de los Ríos que me confesó a mí sin tapujos hace ya años conversando en la Biblioteca Nacional en Madrid sobre Umbral a quien conoció bien, vallisoletanos (de crianza al menos) los dos, ser él judío, como la cosa más natural del mundo. A creerle, en Castilla la Vieja lo eran todos (...) Más o menos lo que insinuaba Umbral en sus novelas guerracivilistas, con la diferencia que Umbral (viejo zorro literario) seguro que no se lo creía (...)
¿Judíos los Primo de Rivera, a comenzar por el fundador de la dinastía , el primer marqués de Estella que combatio a los carlistas? Como un amigo y protector de judíos así pasa a la historia desde luego don Miguel Primo de Rivera que promulgó un decreto (1924) por el que se otorgaba la nacionalidad española a los judíos de origen sefardi precedente inmediato del proyecto de ley que se acaba de anunciar.

Entre paréntesis llama poderosamente la atencion también el contraste flagrante entre el interés y la proteccion que los sefardíes merecieron al padre de José Antonio y la indiferencia olímpica de la que la Dictadura dio muestras para con otros hispanos , del otro lado del Atlantico aquellos, y me refiero a los cristeros mejicanos que consumarían su tragedia en 1929 aún en tiempos de Don Miguel -sin que nadie de este lado del Atlántico les viniera en ayuda-, a manos de gobernantes de izquierdas, de ascendencia judía notoria algunos de ellos, como Plutarco Elías Calles -Elías de apellido familliar- , de una familia de origen sefardí, presidente de Méjico aquellos años y fautor principal de la persecución religiosa a través de una ley rabiosamente anti-clerical que no dudó en aplicar por la fuerza y que seria el detonante de la suspensión del culto (ordenada por el papa Pío XI) y de la insurrección cristera que se seguiria (...)
General Francisco Gómez-Jordana el apagado Ministro de Exteriores de Franco (de una generación anterior a la suya) que sucedió al brillante y fotogénico Serrano Suñer cuando Franco se decidio definitivamente -tras los sucesos de Begoña- a jugar la carta anglófila y a dar definitivamente la espalda a sus fieles aliados del 36, la Italia fascista y la Alemania nazi. Los "justos" españoles ("entre las naciones") -unos diez u once mencionados en el memorial Vad Yashem de Tel Aviv-  formaban parte todos de su equipo de diplomáticos, entre lo cuales, José (de) Rojas (y) Moreno, bisabuelo de Ruiz Gallardón. Judío notorio también alguno de ellos, como Propper de Castejón (destinado en París) ¿También Jordana un nombre de origen sefardí?
Y si del padre se pasa al hijo, José Antonio, la Falange que él fundo no dejó de ser un caso atípico comparado a los demas movimientos del mismo estilo del periodo de entreguerras: por la (relativa) ausencia de anti-semitismo que en otros movimientos facistas o fascitizados no dejo de ser uno de los trazos más emblematicos o caracteristicos. ¿Ausente el anti-semitismo en los fascismos latinos (con la excepcion francesa)? Un postulado discutible, si se piensa tan siquiera en ciertas tendencias -y en las figuras que la encarnaron- que no dejó de registrar en su seno el movimiento falangista (o nacional/sindicalista)

Y cabe decir que si el antisemitismo en Francia era una tradición intelectual -de izquierdas nota bene- remontándose en sus orígenes a las honduras del siglo XIX, y si en el facismo italiano sería un consecuencia fatal y tardía de la entrada de Italia en guerra del lado de la Alemania Nazi, en España el anti-semitismo siguió siendo un tabú espeso que presidiria la evolucion del regimen español en la posguerra europea como lo vengo explicando en mis recientes articulos.

Como un prejuicio o "a priori" insalvable igual que lo era para Nietzsche (tal y como lo dejó escrito en la "Genealogia de la Moral") el "postulado democrático", "en la búsqueda de los origenes" y en el redescubrimiento en suma de nuestras raíces más auténticas y profundas.

 José Antonio, judío como hipótesis -y como problema- o el tabú hecho pedazos que nos impide a los españoles el reencontrarnos (plenamente) con nosotros mismos

2 comentarios:

julio sanz dijo...

Sobre este tema no tengo opinión, aunque desconfio...
Lo que si es llamativo es lo que he leído en el Daily Mail sobre la venta de una carta que el rey Jorge VI leyó ante el Parlamento una semana antes de iniciarse la guerra de 1939.
Estos son los enlaces:
http://www.nacional-revolucionario.blogspot.com.es/2014/02/causas-de-la-segunda-guerra-mundial-1.html



Juan Fernandez Krohn dijo...

Gracias por tu mensaje, Julio. El huevo y la gallina. "El empezaste tu primero "de todas las guerras,, que dice siempre el que gana porque el otro ya no habla porque no puede o porque ya no se le oye. Se puede pensar que esa carta del monarca inglés anunciando la entrada en guerra de Inglaterra por adelantado fuera una reacción al pacto de no agresión germano_/soviético de dos dias antes, y a sus clausulas secretas de las que siempre se habló del reparto de Polonia entre unos y otros. Pero entonces ¿por qué arremetieron contra los unos y no contra los otros? ¿Por qué esa opción preferencial en favor de los soviéticos? Está claro que a esa ecuación le faltan incógnitas, entre ellas el papel del Congreso Mundial Judío reunido en Ginebra (creo) -una de sus antenas- precisamente por aquellas fechas, que habia declarado la guerra a Alemania una semana antes del ataque alemán contra Polonia. Un abrazo